A Scott, un joven de 20 años, le hacen una cirugía para cortarle el cuerpo calloso (la parte del cerebro que permite que los hemisferios derecho e izquierdo puedan comunicarse) para tratar un trastrono de ataques epilépticos. Los ataques se resolvieron después de la cirugía, pero subsecuentemente dearrolló el síndrome de la mano extraña (o mano ajena): pierde completamente el control de su mano izquierda, que parece tener voluntad propia. Está en un restorán con una chica, quejándose de lo insulsa que es la comida, cuando su mano izquierda empieza a tirarle pan a una persona un tanto desagradable que cena en una mesa cercana. Se ve venir una pelea, pero antes de que siquiera empiece, notamos que de un ojo de Scott gotea sangre.
Internan a Scott en el hospital y queda bajo el cuidado de House para la evaluación de las lágrimas de sangre y la pérdida del sentido del gusto. El diganóstico diferencial inicial incluye enfermedades autoinmunes, tumor nasolagrimal, infección, o un simple resfrío. House manda a Taub y a 13 a revisar el departamento de Scott y encuentran un crecimiento de hongos en el cielorraso del baño. Deciden que esa es la causa de los síntomas y empiezan a tratarlo con antimicóticos. Más o menos entonces Scott tiene una pelea con su novia, su mano izquierda la abofetea y ella se va furiosa. Scott trata de seguirla pero descubre que no puede caminar. El diferencial consiste ahora en deshidratación o meningioma (el tipo más común de tumor del sistema nervioso central), salvo que es un meningioma especial que está permitiendo que ambos lados del cerebro se comuniquen nuevamente. En vez de hacer una tomografía o una resonancia magnética para buscar el tumor, hacen una prueba para ver si hay comunicación entre el hemisferio izquierdo y el derecho. La prueba es negativa, pero House nota que Scott está temblando. También percibe un aroma a amoníaco en su aliento y ve una cabeza de Medusa en el examen físico, todos signos de fallo hepático. House sospecha que el fallo hepático se debe a sarcoidosis y le pide a su equipo que haga una biopsia de hígado. Mientras llevan cabo la biopsia, 13 ve una hemorragia debajo de las uñas de Scott (un signo de traumatismo o coágulos de células pequeñas). Luego Scott hace un repentino cambio para peor y vomita sangre al tiempo que cae su saturación de oxígeno y presión sanguínea.
El equipo ahora decide que Scott tiene un problema de coagulación y empiezan a tratarlo con heparina (un anticoagulante). Hacen un ecocardiograma que resulta normal, así que el corazón no es la fuente de los coágulos. También hacen pruebas para el Factor V Leiden, la Proteína C y la Proteína S (todas cosas que pueden causar trastornos de coagulación), pero también resultan todos negativos. 13 se acuerda ahora de que Scott mencionó que siempre estaba traspirado y se pregunta si eso no será un síntoma de cual sea la enfermedad que tenga. Se piensa que un cáncer podría ser la causa más probable, particularmente linfoma o cáncer pancreático. House sospecha fuertemente esto último, aún cuando una resonancia del páncreas resulta normal. Hace que Chase haga una nueva prueba en la que se pinta el páncreas con una toxina de escorpión y una tintura infrarroja que ilumina cualquier célula cancerosa. No hay ningún signo de cáncer, pero la presión sanguínea de Scott vuelve a caer peligrosamente. House se da cuenta ahora de que el problema de coagulación está siendo causado por el corazón que libera coágulos, pero sólo en los momentos en que tiene arritmia, lo cual sucede cuando se encuentra en situaciones de estrés (como una cirugía o una biopsia), o de vez en cuando. Con suficente certeza, Chase hace un ecocardiograma transesofágeo y encuentra un ritmo anormal y coágulos en el apéndice atrial izquierdo. El corazón que suelta coágulos explica la mayoría de los síntomas de Scott, pero ¿qué explica su condición cardíaca? El nuevo diferencial incluye ahora rabdomiolisis (una enfermedad muscular), mal de Graves (una enfermedad autoinmune que causa la sobreproducción de hormona tiroidea), y síndrome de Cushing (una condición en la cual el cuerpo produce demasiado cortisol, un esteroide). El síndrome de Cushing parece lo más probable, y se ordena una prueba de supresión de dexametasona. Más o menos en ese momento, la novia de Scott vuelve y señala que la mano izquierda de Scott sólo parece estar "nerviosa" cuando aparece el desodorante de Scott. Resulta ser un desodorante especial, hecho a pedido por Scott. Taub lo inspecciona y encuentra que uno de los componentes se ha demostrado (con certeza, en un caso) que puede provocar problemas cardíacos y por tanto se decide que esa es la causa de los problemas de Scott. Fin del caso. Taub también hace notar con ironía que ese compuesto químico también ha sido implicado en trastornos epilépticos, así que es posible que Scott nunca hubiera necesitado de la cirugía inicial.
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Quejas mayores (!), menores (%) y detalles (*):
(!) El paciente presenta signos neurológicos (pérdida del sentido del gusto, incapacidad para caminar), incluso se sospecha de un tumor cerebral, ¿y nunca se les ocurre hacer una tomografía o una resonancia de cerebro?
(%) El fallo hepático, particularmente las varices y la cabeza de Medusa, se desarrollaron demasiado rápido. O bien ya estaban allí desde antes y equipo médico hizo un deplorable examen físico.
(%) Me llamó la atención lo vago que fue el guión acerca de que el propilenglicol causara "problemas cardíacos". Por lo que pude encontrar, puede causar arritmia, en particular bradiarritmias (ritmos cardíacos anormalemente bajos) o anormalidades QRS. No veo ninguna conexión entre eso y la fibrilación atrial, la arritmia que causaría los síntomas de Scott (que, nuevamente, no fue mencionada en el guión).
(%) ¿El paciente está colapsando en el quirófano y nadie piensa en mirar a los monitores cardíacos?
(%) Me sorprendió lo rápido que el equipo médico aceptó que el propilenglicol causó los problemas y ahí se terminó todo, habiendo otras causas probables que quedaron sin ser analizadas.
(%) En tanto que darle anticoagulantes a alguien que tiene trastornos de coagulación es una buena idea, deberían pensarlo dos veces con un paciente que tiene venas varicosas esofageas hemorrrágicas (al menos supongo que las tiene, es lo único que se ajusta al caso y puede explicar los vómitos de sangre).
(*) La pintura a base clorotoxina (veneno de escorpión) fue usada en modelos animales, pero no estoy seguro de que ya se haya probado con humanos. En todo caso, parece algo extremo. Una de las primeras cosas que me enseñaron (y con fervor) en mis rotaciones por cirugía es que "con el páncreas no se jode".
(*) Así que resulta que un coágulo en el cerebro causó la pérdida del sentido del gusto, pero ¿qué causó las lágrimas de sangre? Y no me digan “hemorragia subconjuntiva”, que fue la vergonzosa sugerencia de Taub.
(*) Me gustó que los guionistas finalmente aceptaran que algunas de las historias se construyen alrededor de informes de casos únicos (no hay nada necesariamente malo en eso).
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El misterio médico fue mediocre, y nunca explicaron uno de los síntomas iniciales. La condición subyacente (el síndrome de mano extraña) era más interesante que el misterio: una C. El diagnóstico final se ajusta a los síntomas, o por lo menos a los principales, pero me parece que el equipo aceptó con demasiada facilidad que el desodorante fuera el causante de los problemas. Le doy una B. La medicina en general fue superficial, pero no horrible. Le doy una B débil. La telenovela fue la estrella de la noche, en particular las escenas finales con Cuddy y Wilson, y se ganan una A (¿aunque no debería haberse enojado Cuddy mucho más con House por haber mentido en la clínica acerca de haberse acostado con ella, y no simplemente gritarle por hablar de su vida sexual?).